Lavavajilla

El lavavajillas ha sido uno de los electrodomésticos que más se ha generalizado en los últimos años por lo que su implantación está aumentando en los hogares.

 

Para asegurar un buen funcionamiento es necesario realizar una serie de cuidados básicos entre los que está limpiar periódicamente el aparato utilizando para ello los productos recomendados por el propio fabricante.

 

Uno de los elementos más importantes de un lavavajillas es el filtro. En los más actuales el filtro se limpia automáticamente pero en los que no son de reciente adquisición esta labor debe realizarse manualmente por lo que es recomendable limpiarlo trimestralmente para asegurarse de que éste se encuentre en óptimas condiciones para desempeñar su función.

 

Se deben de colocar vasos, platos, sartenes cubierto... cada uno en su sitio correspondiente, para que mantengan una postura adecuada durante el proceso de lavado y se limpien adecuadamente y que ninguna de estas piezas impida el movimiento de los aspersores porque podría producirse una avería, y de que siempre haya un nivel óptimo de sal y de abrillantador.

 

Si queda una mancha, límpiela con detergente para platos y agua, usando guantes de goma para protegerse las manos. Puede quitar la capa de minerales que se acumulan debido al agua dura añadiendo vinagre o cristales de ácido cítrico (de venta en farmacias) al lavaplatos vacío y después de que se llene de agua al comienzo del primer ciclo. Siga este proceso solamente si el manual del aparato indica que se puede hacer y si los residuos acumulados son una molestia para el dueño (puesto que éstos no causan ningún peligro).